Partidos de empleados

Son prácticamente unánimes los diagnósticos que se formulan sobre la situación española. Existe una coincidencia en que la política, la economía y la actividad judicial no funcionan bien. Y en este momento malo se proponen soluciones diversas para superar la crisis. A mi juicio, en una democracia como la española, y con el fin de que no continúe siendo democracia sólo de nombre, son los agentes políticos los que deben buscar las soluciones. Agentes políticos, o sea los partidos, los sindicatos y las organizaciones empresariales, en primera fila. Pero nuestros partidos no son organizaciones de ciudadanos, sino agrupaciones de empleados, sometidos a la disciplina de quienes en ellos mandan. Por tanto, la primera medida sería una nueva ley electoral que facilite la aparición de auténticos partidos de ciudadanos libres. Luego vendría lo demás.